lunes, 12 de noviembre de 2007

Razones por las que Adam Green debiese enamorarse de mí en el caso hipotético de que me conociera.

01.- Si bien no acostumbro a hacer muchos platos, soy una buena cocinera. No se me quema el arroz, ni se me pegotean los tallarines, ni se me queman las tortillas. Corto la zanahora finita, etcétera. Los queques y las galletas si que son lo mío. El pie de limón que me enseñó a hacer la Maca Stemann aún es mi especialidad.

02.- Me gusta escribir, así que mientras él componga canciones yo podré estar ocupada escribiendo cuentos.

03.- No tengo problemas con que tome pastillas, beba en exceso o fume marihuana. Ácidos, LSD e inyecciones a la vena están bien por mí. Floripondio no, eso sí, que a mí me da susto.

04.- Me sé todas sus canciones y los hombres son en su mayoría ególatras, así que eso habrá de gustarle.

05.- He decidido que doy buenos besos, sólo porque nadie se ha quejado jamás - aunque nadie me ha felicitado, cosa que me inseguriza a veces - . Retiro lo dicho: quizás doy besos horrendos, pero prometo darle los mejores besos del mundo a Adam Green.

06.- Me gustan los Strokes igual un poco, así que no tendré ningún problema con sus amigos.

07.- Toco pobremente la guitarra, pero, bueno, sé poner las cuerdas, puedo poner las cuerdas de su guitarra todas las veces que él quiera.

08.- Soy amable y preocupada cuando me gusta alguien y jamás he sido infiel. Aunque si quiere una relación libre, también puedo con eso.

09.- Me gusta leer. Podríamos leer juntos, cada uno con su libro. No sé si a él, pero espero que sí, porque si no le gusta leer este ítem se vería eliminado.

10.- No me gusta Jessica Simpson tampoco.

11.- No fumo, así que no doy besos con sabor a cigarro. Aunque creo que él si. :S

12.- Me ducho a diario. (Eso lo hace todo el mundo, pero creo que le gustará saber que no soy la excepción).

13.- Hablo demasiado. En realidad esa es una razón para NO gustarle, pero quiero convertir mi lengua de metralleta en una virtud.

14.- Me llamo Constanza. Constanza es un buen nombre para ponerle de título a la canción que me compondrá cuando ya esté lo suficientemente enamorado de mi gracias a los trece ítem anteriores.