domingo, 25 de mayo de 2008

1.- Cuando tenía tres años vivía en calle Chacabuco, en Castro y al lado vivían los Villegas. Una vez me invitaron a comer y había cazuela, o no sé, quizás sólo era maíz. La cosa es que a mi toda la vida (esos tres años) me habían dado el maíz en granitos, para no complicarme, supongo, y a ellos les daban la ¿mazorca se dice? entera, y yo no sabía cómo comérmela. Carlitos Villegas la agarró muy decidido y felipe, su hermano, también, así que yo hice lo mismo.

Todo esto da igual: lo que más recuerdo es que por la ventana entraba un haz de luz, a su cocina azul, marcado y perfecto, y nunca se me va a olvidar.

2.- Los Mabanpol eran unos campamentos para manadas y bandadas del sur de chile, en polincay, que queda cerca de Puerto Montt. A la vuelta yo venía con las zapatillas mojadas porque la camila aguilera las había tirado fuera de la carpa en la mañana cuando quiso ir al baño y yo venía un poco enojada por eso. Si no era a mi era a otra, y ya llegaríamos a la casa luego, pero venía cansada y tristona y casi me pongo a llorar sin razón (mis papás se habían separado recién, puede ser un eterno SIN RAZÓN a los nueve años) así que me cambié a un puesto del bus bien adelante para que nadie me viera si llegaba a arrancárseme una lágrima.
Mientras todas gritaban el bus empezó a ascender no tengo idea por qué, supongo que había una cuesta muy empinada. La cosa es que el cielo y el mar estaban del mismo celeste y no había manera de distinguir dónde terminaba el mar y dónde empezaba el cielo, o al revés.

3.- En quinto básico nos llevaron a las islas Butachauques, o algo así, con el colegio. Una era "Voigue", donde dormimos, y tenía sólo una sede de la junta de vecinos, una escuela, una iglesia que hacía las veces de posta y un par de casitas. El día en el que nos íbamos había mucho, mucho sol, y viento, claro está. Con la Mile Strika nos encontramos una estrella de mar que estaba teniendo estrellitas. Unas estrellitas ínfimas, demasiado chicas, que me daban nervio y parecían de juguete. No entendíamos nada porque pensábamos que todo eso era con huevos, pero ahí estaban, bonitas, chiquititas. Yo estaba que me hacía pipi, saltaba y no quería irme, para seguir viéndolas. Las metimos dentro de un frasco y destruimos todo el ecosistema.

2 comentarios:

Blogger em. ha dicho...

pasa que me lo imagino tan bien detallado, que pude ver como brillabas(n).




voigue está en la décima o no?

25 de mayo de 2008, 16:19  
Blogger manu ha dicho...

te adoro, como te acuerdas de eso libera la tecnica

30 de mayo de 2008, 21:42  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio